Isaac Asimov escribió doscientos y pico libros sobre diversas
temáticas. Los más conocidos son por supuesto los de ciencia ficción. En este
género creó una especie de historia del futuro en la que la humanidad empieza a
expandirse por el espacio con ayuda de los robots (Serie de los robots), luego ya sin ellos se configura un Imperio galáctico de miles de años (Trilogía
del Imperio), y tras su declive el Imperio cede el puesto a la Fundación, una suerte
de gobierno ilustrado (Saga de la Fundación).
La mencionada serie de los robots se compone de cuatro novelas: Bóvedas
de acero, El sol desnudo, Los robots del amanecer y Robots
e imperio. Algunas fuentes incluyen también relatos sueltos, o el propio Yo,
robot como primer libro de la serie, pero eso parece más bien un interés
editorial. Las cuatro novelas tienen una unidad específica que no comparten con
otros textos de Asimov.
Las dos primeras novelas se publicaron en los años cincuenta
y las dos últimas de los años ochenta, aunque ficcionalmente entre la segunda y
la tercera solo pasan dos años.
Los protagonistas de las cuatro son el detective Elijah Baley
y su compañero el robot Daneel Olivaw. Las tramas siguen una estructura muy
tópica: hay un crimen y en la búsqueda del culpable seguimos a los detectives
a través de distintos escenarios y entrevistando a personajes, lo que servirá a
Asimov como excusa para describirnos los mundos futuros que imagina.
La parte de relato policial es bastante previsible, en mi opinión, ya que suele ser fácil imaginarse quién es y cómo atraparán al malhechor. Por supuesto el aliciente de estas novelas son las
especulaciones éticas y políticas sobre un mundo hiperdesarrollado tecnológicamente
en el que los robots están por todas partes y hacen la mayor parte del trabajo.
Son novelas de ideas, en el mejor sentido del término.