Dado que han sido editados simultáneamente por la misma casa editorial, parece natural considerarlos una trilogía. No obstante, es posible que esta no haya sido la intención del autor y que existan otros títulos en su producción histórica que desconocemos, lo que invalidaría tal clasificación. Sin embargo, el hecho de que estos tres libros hayan llegado juntos al público hispanohablante y presenten una continuidad temática justifica que los percibamos como una unidad.
30.1.22
Indro Montanelli: Tres libros para redescubrir la historia
23.1.22
Quiero aprender, de Adela Jiménez Madrid
Hay escuelas tristes. Los niños entran en ellas muy pequeños, con ganas de pintar, cantar y soñar con ser astronautas o arquitectos, ametrallando a los adultos con preguntas sobre el funcionamiento del mundo y los porqués de la vida. Pero pronto algo cambia: en pocos años se desmotivan y pierden la chispa. Ya solo quieren jugar al fútbol y salir del paso; nada les interesa, no desean aprender más. Probablemente se toparon con profesores sin vocación, incapaces de potenciar su espíritu aventurero y ayudarles a encontrar su propio camino. Para los malos docentes es más fácil burocratizar la educación y lidiar solo con números, en lugar de enfrentarse a mentes inquietas.
Quiero aprender (Ópera Prima, 2019) parece un libro escrito contra este fenómeno. Es la tercera obra de Adela Jiménez Madrid, tras Ciudadanos de primera y La suerte de aprender.
16.1.22
Rastros de carmín, de Greil Marcus
En esencia, el libro traza una genealogía parcial, pero fascinante, de la disidencia cultural en el siglo pasado. Desde el dadaísmo hasta el punk, pasando por el situacionismo, Marcus compone un relato en el que los movimientos artísticos y políticos no son simplemente respuestas a su tiempo, sino ecos y mutaciones de una rebeldía primigenia. A su alrededor gravitan otras transgresiones y estallidos creativos que, aunque a menudo efímeros, dejaron una huella indeleble en la historia del arte y la música.
9.1.22
Transterrados. Los españoles y sus exilios
El exilio ha sido una constante a lo largo de la historia de España. Tanto es así que José Luis Abellán, autor en el que se fundamenta este análisis, sostiene que el exilio es un elemento estructural e incluso constitucional de la identidad nacional española. La recurrencia de episodios de emigración forzada a lo largo de los siglos sugiere que no se trata de un fenómeno meramente coyuntural. Desde la unificación de los reinos de Castilla y Aragón y la instauración de la Inquisición, las olas de exiliados han sido innumerables. Tanto por razones religiosas como políticas, desde la expulsión de los moriscos hasta la dictadura franquista, cientos de miles de españoles se han visto obligados a abandonar el país para evitar la persecución e incluso la muerte.
2.1.22
The Wire, 10 dosis de la mejor serie de la televisión
Baltimore, más que un escenario, es la verdadera protagonista. A través de sus calles, la serie retrata no solo una ciudad, sino el alma de todas las urbes secundarias de Occidente. Como el espejo de Stendhal, cada capítulo refleja situaciones y personajes que resuenan en nuestra cotidianidad. Aquí no hay tropos manidos ni finales felices, tampoco un bien y un mal simplistas: The Wire es real como la vida misma.